日本の思い出 (Recuerdos de Japón)

Llegué al aeropuerto de Tokio sin haberme comprado ni un manga, pero tuve suerte y allí encontré dos maravillas en inglés. Drangon Ball y Attack on Titan. De la primera, poco que añadir a la historia de Goku escrita y dibujada por Akira Toriyama ya que es probablemente el manga con el que empezó el movimiento en nuestro país. Nunca había abierto un tomo de Dragon Ball y me ha picado lo suficiente como para leer algo más. ¡Más vale tarde que nunca!.

En cuanto a la segunda, el mejor canal que tiene Movistar +, el Canal + Xtra, emitió durante un tiempo la serie El Ataque de los Titanes que una noche me dejo embobado frente al televisor. Sobra decir que a a las emisiones de ese canal se le suponen una calidad superior (extra) y que por ello me resultó tan interesante, por lo que no tuve duda cuando me hice con este primer número.

Muy ligado con lo anterior, otro articulo friki: una camiseta de Goku. La compré en la calle Takeshita, también en Tokio, un rincón del planeta que no olvidaré jamás. Se puede encontrar muy fácilmente en España pero me hacía ilusión traérmela de allí

Esto es por coleccionismo puro. Resulta que Madonna edita en ocasiones ediciones especiales con nuevas canciones para, principalmente, los mercados japonés y australiano. Los compré en Kioto el último día que estábamos por allí. No suponen más novedad que una canción adicional por disco y libreto en japonés, pero son una autentica joya para cualquier coleccionista. Ray of Light y Music son, para mi, sus mejores discos y Hard Candy, publicado en 2008 es mucho mejor que los discos que ha editado desde entonces. Los encontré a muy buen precio y ni lo dudé.

¡Tengo que dedicarle un post las películas del estudio Ghibli! ¿Por qué? pues porque son fascinantes películas animadas que todo el mundo deberia ver. El maestro Hayao Miyazaki estrenó Mi Vecino Totoro en 1988 y con los años la película ha ido ganando más y más prestigio además de convertir a su personaje en todo un símbolo de la animación nipona. Quienes hayan tenido la oportunidad de verla estaran de acuerdo conmigo en que se trata de una joya del cine, animado o no. En las tiendas de juguetes de Tokio era fácil ver muchos peluches del personaje así que caí en la tentación y hoy descansa con el resto de personajes que pueblan mi rincón de la casa dedicado al cómic.

En Tower Records, en pleno Shibuya, conseguimos una edición a muy buen precio de Turandot, de Puccini, grabada curiosamente en Valencia, y un Rigoletto de Verdi con el gran Leo Nucci en el papel principal. Se dan dos circunstancias: que nunca he disfrutado de la obra que Puccini dejó inconclusa, ambientada justamente en Asia, y que meses después vería a Nucci recibir grandes ovaciones en el Teatro Real interpretando precisamente a Rigoletto. La Ópera se ha convertido en una constante en mis viajes, de todos me traigo algo relacionado con ella.

Me he traído muchos mapas, pero en especial guardo con cariño los que Reiko, la guía de la parte organizada del viaje,  nos iba preparando sobre la marcha para ayudarnos en nuestro tiempo libre. Se quedaba en el autobús cuando comíamos o los preparaba la noche anterior para que no nos perdiésemos nada. Pocas cosas nos fueron más útiles.

Ya tocaba Doraimon ¿no?. Fue la primera de todas las compras y la realicé en la primera de las visitas en Osaka. El calor era tan insoportable que veíamos a lugareños con pequeñas toallitas de mano con las que se secaban  el sudor. Sé que es una cochinada en toda regla pero si empiezas el día a las 8 de la mañana y a las 9 ya estás chorreando, os podéis imaginar lo útiles que resultaron. Hay que reconocer que es un rato fea, pero cumplió su labor.

El único souvenir propiamente dicho, además del abanico que aparece en todas las fotos y que es de papel, fue un Toori chiquitito que traje del Monte Inari en Tokio…¡después de haber visto 1000 tooris era imposible no caer!. También tengo palillos y alguna cosa pequeña más pero como veís nada de lujos ni tecnología que, pese a lo que me habían comentado, no me pareció tan barata ni competitiva.

Para paliar la morriña que me entra de tierras niponas, de vez en cuando me pongo a Pizzicato Five, como sushi o me tomo una muy fría cerveza Asahi ( que es de esas a las que yo llamo champus pero que bien frías están deliciosas). A ver si este fin de semana me paso por el Japan Weekend y se me pasa el mono.