Como comentaba hace ya unas semanas, este fin de semana se han celebrado 2 conciertos de La Casa Azul. Cosas que pasan con conciertos que agotan sus localidades en poco tiempo me encontré con que el día elegido, el 17 de noviembre, yo tenía entradas, pero mis amigos no. ¿La solución? volver con ellos al otro día. Así que por primera vez en mi vida he ido al mismo concierto dos noches consecutivas. Eso es comportarse cómo un fan ¿o no?
Eran unos conciertos que a los seguidores de La Casa Azul nos tenían algo despistados. Si bien es cierto que ya había presentado una nueva canción hay ya tiempo, Podría ser peor, solo sabíamos el nombre de su nuevo proyecto, La Gran Esfera, pero poco más después de más de 6 años de su anterior trabajo, La Polinesia Meridional. La duda se despejaba, tanto el viernes como el sábado, con una puntualidad exquisita y con la sala But (frecuentada de manera asidua en mis años locos) llena hasta la bandera.
Precisamente el adelanto de su nuevo trabajo, la ya comentada Podría ser peor, abrió ambos conciertos con un público entregado desde el minuto uno. Si el viernes el público era el joven propio de las sesiones del Ochoymedio y el sábado era algo más entrado en años, en los dos casos se celebró esta primera canción con el mismo entusiasmo. Guille Milkyway, con unas gafas similares a las de la simulación 3D para los teléfonos, salió acompañado de una formación más amplia que en otros conciertos con batería, teclados, guitarras y hasta un trombón y un trompetista.
El jolgorio continuó con Chicle Cosmos y Sucumbir tras las cuales se despejó la incógnita de la noche, pues se presentó otra canción del nuevo disco, llegarían a ser siete, que nos dejó algo fríos por eso de tocar algo que nunca se había oído con anterioridad. No me pude quedar con el título, pero llegaba uno de los momentos de introspección cuando empezaba a sonar Siempre brilla el sol y luego acababa este primer tramo con Yo También, con la que Guille ganó el Goya otorgado a la mejor canción de una película en el año 2010.
El momento más feliz, Superguay, No más myolastan y ¿Qué se siente al ser tan joven? fueron tan edificantes como los 15 minutos de bacalao que Fangoria plagió Kylie Minogue. Un no parar de dar botes hasta la llegada de otro nuevo tema, Hasta perder el control, acompañado de unos visuales que incluían imágenes de He-man, Comando G, Astroboy y Bola de Dragón que casaban a la perfección con los acordes nipones de la canción.
Ces’t Fini, la catártica La fiesta universal, colisión inminente y hoy los chicos saltarán a la pista dieron paso a un cuarto estreno y a un emotivo speech donde nos daba las gracias por asistir y por ser tan pacientes y esperar con tantas ganas lo que va a ser su nuevo trabajo que, ya si, parece que se publicará en marzo de 2018. Hoy me has dicho hola por primera vez, Me gustas, Triple salto mortal, La vida tranquila, Esta noche sólo cantan para mí y Terry, Peter y yo (impagables esos fans que llevaban en sus camisetas esas tres palabras), formaron otro bloque que se completaba con tres temas nuevos, El Momento, el nuevo hit que será Nadie nunca pudo volar y la canción que da el título a nuevo álbum (y a estos conciertos) La Gran Esfera.
El bombazo final fue con su himno La Revolución Sexual y una versión al piano de Cómo un fan. El calor ya era insoportable en la sala, habíamos pasado más de dos horas dando saltos pero eso no importó cuando empezaron a sonar los primeros acordes del mejor tema que nos podría haber representado en Eurovisión jamás. Ver a toda la sala agachada esperando a saltar en los momentos finales fue algo que no olvidaré fácilmente. La Revolución Sexual se ganó el título de himno hace años y es una canción de la que no se podrá, afortunadamente, desvincular jamás.
Hasta aquí una crónica que no tiene nada que hacer frente a las que Fernando, eminencia donde las haya del indie pop patrio, ha hecho un su blog :
Concierto del 17 de noviembre
Concierto del 18 de noviembre
Particularmente me quedo con el segundo concierto porque para mí era importante ir con Norma, Cristina, Celia, Amanda, Fernando, Carlos, Luis y Josema, porque aunque no estaban todos los que son mi núcleo duro de amigos, si estaba una parte muy importante de ellos, y significaba revivir un momento magnífico pasado hace ya años en un concierto de mismo artista y en el mismo lugar presentando su anterior trabajo.
Me gustaría felicitar a Milkiway por la valentía, saldada con éxito, de presentar un disco al que le quedan meses por estar en la calle y que hace aumentar el hype de quienes lo esperamos con ganas. Un aplauso a Elefant Records pues tienen el merchandising más chulo que se puede encontrar en un concierto nacional e internacional y he ido a unos cuantos. Camisetas, vinilos, sudaderas, bolsas, cd’s y chapitas. Gracias a ellos me voy a convertir en el cuarentón más cool de Madrid con mi nuevo zurrón amarillo.
Gracias a Sweet&Vicious por las magníficas fotos a pie se escenario. Estas dos estrellas te sirven lo mismo de geniales DJ’s que de fotógrafos. Son una mina.
Por favor, si lee esto alguna persona del grupo que estaba en la salida del concierto y con la que establecimos un interesante (hilarante) debate sobre la Islandesa Bjork, que contacte conmigo. Esa conversación tenemos que continuarla 🙂