Una semana después, una nueva entrada de lecturas. Es lo que está teniendo este encierro, aunque perdidos los momentos en el Metro de Madrid, estoy leyendo menos de lo que esperaba. Ahí vamos con otra buena ración mis últimas impresiones.

La barrera del sonido
Juan Trejo

Novela
Tusquets Editores
2019
314 págs.

En su momento sentí no acudir a la presentación de esta novela en Los Libros Salvajes, pero después de haberlo acabado, me alegro de no haber asistido. De haberlo hecho, no hubiese llegado allí con la novela leída y no podría haber comentado con el autor lo que me ha impactado y no podría haberle hecho muchas preguntas sobre sus apasionantes viajes.

Este libro es un viaje en el que además de recorrer el mundo, somos testigos del crecimiento de un escritor, sus temores, sus dudas y como se enfrenta, cuando llega, al éxito. Nos despertamos en cada capítulo en un lugar diferente y es una novela que leí (devoré) con interés para saber cuál sería la siguiente ciudad o lugar que visitar.

Destaco dos aspectos. El primero es que ya nunca más volveré a ver igual Lisboa, Berlín o el faro de Trafalgar en mi amada Cádiz. Tres lugares que son muy especiales para mi y que esta novela me ha traído a la cabeza con imágenes que se quedarán para siempre conmigo. También he conocido Nueva York y sentí la misma decepción en Stratford-upon-Avon, pero nada me ha acercado más al escritor que los primeros lugares que he comentado.

La segunda es una frase: “no debe haber ya otro modo de entender la realidad sino es a través de los símbolos de la cultura popular”. El autor debe ser un poco mayor que yo, muy poco, por lo que nuestras referencias culturales son similares, sin llegar nunca a su conocimiento y talento, se me antoja muy próximo a mí y es esa clase de personas con las que pasaría horas y horas charlando café tras café encontrando puntos en los que seguro que coincidimos.

Con este libro empezó realmente mi cuarentena, un libro que, vaya curiosidad, he leído mientras sonaban en mi tocadiscos, de manera alterna, la sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák y el OK Computer de Radiohead, una mezcla que bien podría usar en sus películas David Lynch que, como otros personajes ilustres, hace su aparición en la historia.

Me ha encantado. Y me ha dejado claro una cosa: Nunca jamás seré escritor, nunca tendré ese talento, esa paciencia y esa constancia.

Viuda Negra: Juego sin restricciones
J.Soska, S.Soska, Flaviano

Cómic de superhéroes
Panini bajo licencia de Marvel Comics
2020
112 págs.

Si hay un personaje de cómic al que ha venido bien la existencia del universo cinematográfico (Cada vez que leo «cinemático» me pongo negro) Marvel es a la Viuda Negra. Un acierto de casting, el escoger a la soberbia actriz Scarlett Johansson, y hacerla aparecer como miembro fundador del grupo (no lo es en los cómics), ha dado notoriedad a un personaje que siempre ha sido muy secundario en el mundo del papel.

Todos los aficionados a Marvel sabíamos quién era Natasha Romanoff pero no era un personaje, como Hulk, Spiderman o El Capitán América, con trascendencia más allá del cómic. Vinculada a Los Vengadores, aunque no siempre de buenas maneras, y también a Daredevil, de quien fue pareja sentimental, no ha gozado nunca de una colección propia longeva ni sus aportaciones a las historias son realmente importantes. Interesantes series limitadas y apariciones puntuales en otras colecciones, la convirtieron en una más de las mujeres Marvel, aunque en un grado inferior de las grandes damas de la casa, por lo menos, hasta que apareció en la gran pantalla.

Dos mujeres al guion, las hermanas Jen y Silvia Soska se hacen cargo de los 5 primeros números de la nueva colección sobre la Viuda en una aventura al puro estilo James Bond que es auto conclusiva y al que puede acercarse cualquier interesado a los cómics.  El dibujo de italiano Flaviano Armentaro es perfecto para una aventura muy entretenida y que me reconcilia con los cómics después del desastre comentado en la entrada anterior.

Nada que no sepas
María Tena

Novela
Tusquets, colección andanzas
2018
240 págs.

Premio Tusquets editores de novela 2018.

En plena crisis matrimonial, la narradora viaja al Montevideo de su infancia para descubrir cómo sucedió el misterioso fallecimiento de su madre, cuál era la relación de ésta con su padre y, de paso, encontrarse con la niña que fue. Volver a ver a sus amigas de entonces y a quienes conocieron a sus padres la ayudará a conocer un secreto guardado muchos años y a escapar por un tiempo de un matrimonio que ya considera fallido.

La historia de los padres de la protagonista, dos españoles expatriados a mediados de los años 60 que hacían, por su apostura, temblar el suelo que pisaban, va más allá de una novela de amor y lujo, define todo un modo de vida que contrastaba fuertemente con el que se vivía en España en aquellos años.

La novela me llevó durante la lectura a un lugar que conocí de oídas por mis padres. La belleza, sofisticación y exclusividad que se vivía en determinadas zonas uruguayas a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado. De refilón se tocan otros sucesos históricos como los golpes militares de la zona o aquel tan famoso del avión estrellado en los andes.

Me ha sorprendido gratamente, compré la novela por casualidad en la presentación de otro libro (Lluvia Fina, de Luis Landero) en la que esta autora participada en una abarrotada librería Rafael Alberti…

Librería Rafael Alberti
Calle Tutor 57, 28008 Madrid.

Me da vergüenza escribir sobre la Librería Rafael Alberti pero no puede faltar en la relación de librerías que voy completando en la parte inferior del blog.

Casi todas las librerías que han abierto, y son bastantes, en los últimos años en Madrid son deudoras de librerías como esta. Lleva abierta 45 años, seguramente ha sido una de las referencias para todas las que existen hoy en día y continúa teniendo, cuando no hay pandemias como la que nos confina en casa estos días , una actividad incesante que la convierten en uno se los grandes escaparates literarios de la ciudad.

¿Por qué me da vergüenza? pues porque la conocí el año pasado, 38 años viviendo en Madrid y nunca había entrado. Es verdad que he tomado conciencia de la importancia de la pequeña librería hace pocos años, pero son lugares que siempre me han llamado la atención. La única explicación que encuentro es que la zona en la que se encuentra, que conozco perfectamente, nunca ha sido de mis más frecuentadas. Con todo, es vergonzoso que no la conociera, no tengo disculpa.

Una fachada decididamente setentera esconde una librería ajena a todas las modas, el encanto que tiene es precisamente no tener otro que estar llena hasta la bandera de libros. Las tres veces que he estado (la vergüenza me carcome) he alucinado, es un lugar para estar horas, horas y horas hojeando y descubriendo nuevas obras. Las fotos son mías del día de la presentación que os he comentado más arriba pero, las hay mucho mejores (que no usaré porque no tengo permiso) si buscáis en google el nombre de la librería.

Merece la pena seguirlos por redes sociales, las principales figuras literarias de nuestro país, pero también las emergentes, pasan por allí para presentar sus obras algo que desde la librería no solo comparten sino hasta retransmiten. A ver si pasa esta crisis y todo vuelve a la normalidad, incluidos los interesantes encuentros de la Alberti.

Ahora no están abiertos pero siguen vendiendo por internet. De hecho fueron los primeros a los que hice un pedido on-line una vez empezó este encierro. ¿Que les pedí? Recuerdos del futuro de Siri Hustvedt y Los documentos secretos del gabinete negro: Madrid Bohemio, un libro y ¿un mapa? que compartiré con vosotros cuando los haya leído.

Cuando hice el pedido, de lo emocionado que estaba después de escuchar en la radio sus recomendaciones para la cuarentena, no puse correctamente la dirección y fueron super amables facilitando una entrega que yo había dificultado por mi falta de pericia. Para matarme.

Zama
Antonio Di Benedetto

Novela
Adriana Hidalgo Editores
1956, edición de 2017
296 págs.

“Mi mano pueda dar en la mejilla de una mujer, pero el abofeteado seré yo, porque habré violentado mi dignidad.”

En Filmin se encuentra disponible la película que basada en este libro dirigió hace un par de años la argentina Lucrecia Martel y que no he querido ver mientras no me leyese el libro. Una recomendación del escritor Javier Cercas en la revista Babelia fue el empujón definitivo para acercarme a este libro que me regaló hace ya tiempo una amiga argentina y que tenía en mi torre de pendientes.

En tres partes, 1790, 1794 y 1799, el libro cuenta la historia de Don Diego de Zama, un funcionario de la corona española en Asunción del Paraguay que espera con ansia ser trasladado a Buenos-Ayres (así aparece en la escritura), algo que se hace cada más difícil según va pasando el tiempo. En esos tres momentos de la misma década del siglo XVIII vamos viendo como la espera hace mella en el personaje y comprobamos lo largos que pueden ser diez años. Seductor, caradura, seguro de sí mismo y todo lo contrario a la vez, es un personaje realmente fascinante y lleno de contradicciones al que vemos cada cinco años en diferentes circunstancias.

Si algo es especial en este libro es la forma en que está escrito. A ratos parece castellano antiguo y tiene una prosa muy precisa, que dice mucho con pocas palabras y que sin grandes descripciones nos acerca al personaje de una manera muy directa. La dedicatoria del libro: “A las víctimas de la espera” es toda una declaración de principios.

Un clásico de la literatura en lengua española del siglo XX que no me parece lo suficientemente reivindicado. Yo mismo desconocía de su existencia hasta hace tiempo y no sabía de la importancia de este escritor y periodista argentino que sufrió la persecución de la dictadura, se refugió en España y falleció en Buenos Aires en 1986.

Como ye he comentado más arriba, me lo regaló una buena amiga argentina a la que di personalmente las gracias cuando llevaba la mitad del libro leído.  La cuarentena me está sirviendo para descubrir películas, libros y discos que son auténticas maravillas.

Gracias Marga, no lo olvidaré ni quien me lo regaló ni cuando lo hizo.

El Gran Hotel Wes Anderson
Nuria Díaz

Libro ilustrado. Divulgación.
Lunwerg
2018
200 págs.

Tanto me fascina el universo de Wes Anderson que muchas veces he comentado que me quedaría a vivir en sus películas. ¡Si hasta me compré una trenka roja como la que lleva el narrador de Moonrise Kingdom! Claro que tengo mis favoritas, pero como la autora de este libro, van variando a medida que las vuelvo a ver. Esta fantástica (como el señor Fox) obra repasa la filmografía, con todos los detalles, de uno de los directores que considero imprescindibles de estos primeros 20 años del siglo XXI.

Sus películas, sus personajes, sus referentes y sus influencias, cosas que ya sabía y otras que no, es lo que encontramos en lo que como bien reza la portada podríamos resumir así: “el universo ilustrado de cineasta más fascinante del mundo” y yo añado: ¡Que ilustraciones!

El dibujo y la presentación del libro hacen del mismo el típico objeto que encontraríamos en cualquiera de las películas del director norteamericano que quiso ser escritor y que ha rozado el Oscar, bien como guionista o como director, unas cuantas veces.  Seguiré por las redes a la autora, porque si en esto somos afines, seguro que encuentro más cosas en común. He resultado ser andersoniano pro en el supertest que cierra un libro que volveré a abrir alguna que otra vez.

Si buscáis un regalo original para un cinéfilo, no lo dudéis: además de bonito, es didáctico e inspirador: me han entrado ganas locas de ver todas las películas de este director tan personal. De hecho vi Viaje a Darjeeling, 2017, justo tras acabar de leerlo, y ya es una de mis favoritas (hasta que revise otra, claro).

Este año estrenará una nueva película y le voy a plantear a la escritora una megaquedada para ir todos al estreno con su libro en la mano para que nos lo firme ¿no estaría genial?. The French Dispatch tiene una pinta increíble (no olvido de que fue mi compañera Laia quien me lo enseñó primero)

Hasta aquí. No está mal ¿eh? cine del bueno, librería de altura y clásicos de la literatura mezclados con cómics. No es por nada, me ha quedado muy Maxi.

#quedateencasa
#graciasporleerme.

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