Mi tercera vez en Logroño y mucho, mucho vino (del bueno)

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Un día sin vino es un día sin sol. Frase típica de la Provenza.

Así me recibió ayer domingo mi amigo Lionel, que por cierto tiene un gusto similar a mi en lo que a zapatillas se refiere.

Tercer fin de semana de turismo y vino en Logroño en 2 años. Sí, porque la capital de La Rioja es un ideal destino para un par de días y tocaba repetir con otro nutrido grupos de amigos. Si la primera vez me gustó y la segunda sirvió de confirmación, esta tercera vez ha sido de puro disfrute, sin ningún stress por conocer nada nuevo. Recorrimos poco más de 370 kilómetros (Madrid /Cenicero, La Rioja) para realizar la que para mi sería la cuarta visita a una bodega. En esta ocasión una que produce uno de los riojas más populares de nuestro país : Marqués de Cáceres. 

El ritual es el mismo que en anteriores citas: historia de la bodega, proceso de elaboración del vino, recorrido por todas las estancias de la misma, explicaciones sobre las rígidas restricciones del consejo regulador de la denominación de origen, vídeo promocional y, por supuesto, una cata de vino. En este caso es un vino tan popular, tan bueno y con un precio tan razonable que yo mismo lo he tomado como una apuesta segura cuando me han invitado a cenar a una casa y tenía que escoger algo que llevar. En la cata probamos sus variedades más exclusivas en un entorno realmente bonito, con una decoración muy elegante y en la que el vino es el protagonista absoluto. Leticia (¡Gracias!) fue la encargada de enseñárnoslo todo y de darnos a probar (recojo de su magnífica pagina web) los siguientes vinos.

MC (Tinto): Uva Tempranillo seleccionada en su punto óptimo de maduración a partir de parcelas de producción muy escasa. Vendimias manuales en cajas de 15 kgs. Las uvas se escogen posteriormente en mesa de selección por personal especializado.

Marqués de Cáceres RESERVA (Tinto): El Reserva está bendecido por una de las mejores cosechas de la década. Color oscuro de noble estructura. Aromas profundos, complejos, que permiten percibir la calidad de su crianza, la potencia de los frutos negros y un fondo tostado que se mezcla con notas de roble muy fino. Viveza en boca, volumen y sabores concentrados. La cata muestra carácter y estructura, dejando paso a una textura carnosa. Clase y elegancia, buen potencial de guarda. 

ANTEA (Blanco): Producción limitada de una selección de viejas viñas. Nariz envolvente, notas de dulces especias y frutas blancas. Su savia y armonía en boca le dan un carácter goloso. Sus finos taninos y sabores intensos se funden en una exquisita complejidad. 

Nosotros éramos 12, 11 probamos el vino porque una de las nuestras está en estado de buena esperanza y no era plan, y todos alabamos las bonanzas del blanco, hubo quórum absoluto al decir que era un vinazo pero sí que generamos debate con los tintos. Algunos prefirieron el elegante MC y otros la rotundidad del Reserva… La mejor sentencia fue la de Sergio : “No se trata de entender o no, se trata de que te guste o no te guste”. A mi me gustaron los 2 pero al elegir cuales llevarme el escogido fue el Reserva.

El catálogo es bastante amplio así que yo me lleve también 2 botellas de esos vinos que yo llamo “divertentes” y que tan contento han puesto a mi buen amigo Lionel, ese sacacorchos que acompañará todos los post que tengan que ver con tan fabulosa bebida. El Rosé Excellence (Luminosa capa rosa pálido. Nariz Floral dónde resalta una fragancia muy fina. Desliza en boca con armonía, el sabor de fruta roja delicada se expresa como una caricia al paladar para recoger frescura sobre un fondo de vivacidad comedida, el conjunto revela una gran elegancia.) y el Satinela, ya que me pirran los vinos dulces y semidulces (Con una cosecha que recogió un 20% menos de producción, el Satinela consolida su estilo singular. En la copa brilla su color con algún ribete más oscuro. La nariz despliega notas de flores blancas, fruta tropical, pera, que la hacen muy atractiva. La boca se desenvuelve con frescura y finura a su discreta suavidad; un puntito de acidez resalta la armonía de sabores en final de cata.)

Tardé menos de un minuto de hacerme fan de su Facebook, de su web y de Cristina Forner, responsable última de estos vinos y que tiene hasta un blog que cuelga de la página de la bodega.

Con el estupendo sabor de boca que nos dejó la visita fuimos destino Logroño para realizar una de esas comidas que empiezan a las 3 de la tarde pero que no sabes cuando van a acabar. 35 euros exactos por persona en un menú sin ninguna floritura pero de buenísima calidad. Voy a tratar de acordarme de todo : Ensalada, croquetas, gambas a la plancha, pulpo, embutidos, y setas, todo muy abundante, de entrada. De segundo carnes y pescados de muchas variedades y otra lista muy amplia de postres caseros. Yo, que la vergüenza no la conozco, lo probé absolutamente todo, y después de decir que estaba lleno y no podía más, me apreté un arroz con leche (es mi debilidad) que francamente no me hacia ninguna falta (pero estaba taaaaan bueno…) ¿Dónde? En un famoso restaurante local que se llama Mesón del Cid. Recomendable no, lo siguiente este gigantesco restaurante situado bastante cerca del centro y con estupendas referencias de todo el que lo visita.

Una siestita, cero saludable después de semejante comilona, nos plantó a las 9 de la noche bien duchaditos y perfumaditos para recorrer una de las más famosas calles del tapeo nacional : La del Laurel. Vino, setas rellenas, vino, hamburguesita, vino, solomillito, vino, alguna cerveza…y así durante un par de horas en las que nos lo pasamos fenomenal intentando entrar en los clásicos del lugar siempre atestados de gente.

Aproveché la ocasión para probar en cada sitio un diferente tipo de vino y así conocer siempre sabores nuevos. Logroño nunca defrauda a quienes busquen turismo gastronómico. Por supuesto que tiene otras cosas que ver (y que ya comenté en mi anterior blog) pero la gastronomía es la estrella del lugar. Volveré con toda seguridad.

La noche es muy movida también, hay muchos sitios donde tomar una copa y ¡oh milagro! mucho más barato que en Madrid. Los Gin Tonics y demás «refrescos» nos sirvieron para confirmar que el Electro –Latino es lo más de lo más en los locales más populares. Como en Madrid me muevo en otros ambientes, lo noto menos, pero en provincias (y no de manera despectiva ¿eh?) todo está más concentrado y Pitbull y su secuaces parecen reinar en los platos. Una lástima porque los locales son fantásticos, pero la música…bueno, tiene sus momentos.

Una escapadita de menos de 48 horas (salimos el sábado a las 8 y volvimos a Madrid a eso de las 17:00 horas del domingo) que tuvo como punto final común la que fue elegida mejor área de servicio de España en 2007 : Tudanca (Aranda de Duero, Burgos)  No soy muy amigo de las más famosas áreas de servicio de las autopistas españolas porque siempre están llenas y son algo más caras que las más modestas pero lo peor no fue eso, no, fue llegar a la vez que 3 autobuses del Imserso (nuestros adorables mayores) con un apetito voraz y con algunos pasajero con una sorprendente falta de educación. ¡Lo qué sufrimos para comernos un más bien triste bocata de jamón!…aunque de todo sacas algo positivo cuando estás entre amigos, una anécdota más para contar de nuestras escapadas.

Gracias a Sonia (¡qué paciencia la pobre sin beber una gota!), Silvia (y su bolso), Chus, Maria Angeles, Marina, (y su gusto musical) José Manuel, Pablo, José (y su cazadora vaquera) Jesús (y sus siervas) y a Mario por un fin de semana estupendo que desde ya queremos repetir en cualquier lugar de nuestra maravillosa geografía (¡qué bien me ha quedado esto!).

Ahora os dejo. Voy a seguir escribiendo algo (alucinado estoy con la actualidad) y a leer la prensa de hoy que es un ritual dominguero de lo más agradable. Por cierto, me he reconciliado con ciertas canciones pop que estaba hartito de oir, pero ya os lo contaré en el próximo post…como mi intención firme de meterme en el maravilloso mundo de los fogones…

Buen Lunes, Buena semana

3 Replies to “Mi tercera vez en Logroño y mucho, mucho vino (del bueno)”

  1. Como siempre un excelente post que, no solo me ameniza y alegra la mañana del lunes, sino que me sirve como un referente magníco para cuando vaya a Logroño. Me encanta leerte, Maxi. (Fer-Vigo)

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