Este caluroso fin de semana he conocido a Elvira. La he conocido en un sitio algo extraño, en una gasolinera del extraradio de Madrid que en ese momento estaba medio vacía. Yo me sorprendí mucho al verla pero ella ni se inmutó, pero claro, ella es una moto.
Resulta que aparqué el coche justo detrás para comprar las típicas cosas que llevas a una piscina un día de verano y de repente veo una Yamaha Chopper negra con un dibujo de Elvira, popular personaje de la la televisión norteamericana.
Cassandra Petterson se inventó este personaje para presentar películas de terror en un canal de television de los Angeles y se hizo muy famosa en aquel país gracias a su look vampírico sexy y su vis cómica y descarada. Hasta tuvo una película, Elvira-Mistress of the Dark, y una vez quiso retirarse del papel, lanzó un reality para buscar sustituta.
Como he comentado, el personaje no fue popular, más que en algunos círculos, en nuestro país así que comprenderéis mi curiosidad al ver el dibujo que había en el tambor del combustible de la moto. Me bajé del coche, entré en la gasolinera y dije: Hola buenos días, ¿De quién es esa moto? (Para algunas cosas no tengo la menor vergüenza). Cuando me di cuenta de quien estaba detrás del mostrador supe que mi pregunta era retórica: no había más que ver al dependiente de la gasolinera para darse cuenta que la moto era suya. Si vas a un diccionario y buscas motero, te encuentras a este simpático tío, canoso con el pelo algo largo, que, con un sonrisa de oreja a oreja, dijo: Es mía
Le explique que me había sorprendido y que tengo unos amigos que hubiesen alucinado con su moto. Me imaginaba a Manuel, Antonio y Alex subiéndose en ella y posando en mil fotos porque ellos adoran a Elvira. El propietario me hizo el mismo comentario : «A mi también me encanta y por eso mi moto se llama como ella». Le pedí permiso para hacer unas fotos y cuando las hacía me di cuenta de que cada vez me gustaba más, puesto que no es la típica joyita que un señor tiene en su garaje metida para contemplarla, se ve que está muy usada, con el sillín rajado y muchos años rodando. Una maravilla.
Con las motos me pasa eso de que me encantan pero he montado, por respeto, muy poco en ellas. Volveré a esa gasolinera muchas veces, está cerca de casa, y seguiré, espero, saludando a Elvira, Mistress of the dark ROAD.