París

Tenía preparadas un par de entradas para publicar estos días. La típicas sobre cosas que espero de este año que acabamos de comenzar y que versan sobre distintos temas. Me parecía una buena idea empezar a publicarlas hoy, pero eso ha sido hasta que me he dado cuenta lo frágil que es nuestra libertad.

Un par de viñetas les han costado la vida a 12 personas. Es increíble que en pleno siglo XXI, con todas las desgracias que hemos pasado como seres humanos, todavía pasen cosas así. Estaba trabajando cuando ha saltado la noticia y me he quedado helado. He pensado enseguida en todos mis amigos periodistas, en aquellas personas que nos entretienen con humor, que nos informan y que nos enseñan como es el mundo en que vivimos. Gracias a todos los que conozco porque, independientemente de la posición que ocupen, hacen un fantástico trabajo a pesar de presiones y censuras. Es un día triste para la libertad de expresión y terrible para la libertad en general. El tema no merece por mi parte ninguna consideración más, solamente lamentarlo por las víctimas.

Hoy estamos todos en París. Aún con una foto borrosa sacada desde un taxi, siempre será la Ciudad de la Luz…que nadie nunca intente apagarla.