Hoy ha sido todo un día de carretera. Unas 500 millas entre San Francisco y Los Ángeles. Pueden ser algo menos pero hemos escogido el camino largo para conocer algunas zonas que son muy interesantes.
Nos han dado un Nissan Altima negro con el que hemos salido, con pena, de la ciudad por la ruta 101 dirección Sur. Al rato de estar en marcha he empezado a ver edificios de empresas tecnológicas y no ha sido hasta que he visto el cartel de Silicon Valley que no he caído donde estaba. Curioso lugar en el que no hemos parado.
De hecho no hemos detenido la marcha hasta llegar a Carmel. ¡Menudo acierto! El pueblo, en la península de Monterrey, es lugar de residencia de artistas y hasta tuvo a Clint Eastwood como alcalde. Lleno de casas bajas y todo muy verde es un sitio realmente precioso. Me ha parecido muy idílico y muy cuidado. Un remanso de paz y buena vida con buenas vistas. Muy limpio y cuidado hasta el mínimo detalle. No hemos podido sacar muchas fotos y la de una sola calle no hace justicia al lugar.
Una calle de Carmel
Allí he tomado un tentempié en forma de famosa galleta de canela americana…os acordáis…Mambru se fue a la guerra…qué dolor! qué dolor!, qué pena!
He empezado por los pies..
A la salida de Carmel el plato fuerte de este traslado en automóvil. La ruta 1, la Big South, es la ruta de la costa y te permite ir casi 1000 Km pegado al océano pacifico ofreciéndote un paisaje impresionante y pasando por varios parques nacionales. Nosotros la hemos hecho desde Carmel hasta San Luis Obispo, en donde hemos vuelto a tomar la 101. No hay adjetivos ni imágenes que hagan justicia al recorrido. Hemos visto casas espectaculares ocultas en los acantilados, calas de ensueño y alturas de vértigo. Un trayecto que no se me olvidará jamás y el mejor litoral que he recorrido hasta la fecha.
No hace justicia…a esa maravilla que es el Big Sur.
En San Luis Obispo hemos comido una Hamburguesa en una zona residencial que parecía el escenario típico de una película de terror adolescente. Es decir, un pueblecito típico americano de verano que de día muestra una cara y de noche otra. Cuando hemos salido de allí una curiosa coincidencia, serían dos, ha hecho que en la radio sonará el Music de Madonna cuando pasábamos frente a un resort llamado Madonna Inn. El complejo, ya lo conocía por internet, no tiene nada que ver con la cantante pero pegaba perfectamente con la música que sonaba en ese momento.
Las fotos desde el coche…es lo que tienen.
Mucha música después, algunas millas y un par de horas después hemos llegado a Santa Bárbara. Ya me habían avisado que era bonito y no me impresionó tanto como Carmel. Es un lugar precioso y muy cuidado, como todo lo que me he ido encontrando por el camino, con un aire muy mediterráneo que parece que es el resultado de la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1925.
Una calle de Santa Barbara con palmeras tipicamente californianas.
Desde allí hemos seguido viendo estupendas vistas, y comiéndonos algún atasco, hasta llegar a Los Ángeles.
Atardeciendo
¡Qué Emoción!
Estoy a pocos metros de Sunset Boulevard en un hotel que se llama precisamente Hollywood. No parece que Los Ángeles sea tan bonita ciudad como San Francisco o Nueva York pero estoy dispuesto, en el poco tiempo que tengo, a descubrir cuáles son sus encantos.
Cortito ¿no? Bueno, hacer millas en un país como Estados Unidos y sin navegador da para muchas emociones pero para no muchas fotos ni paradas ya que son una tacada de kilómetros a una velocidad máxima de 65 millas/h ( unos 105 Km/h). El viaje ha merecido la pena y lo repetiría sin dudarlo. Ah! Vuelvo a tener Wi:Fi gratis en el hotel…así que estaremos en contacto. Ahora son las 0.00 horas aquí…Feliz Lunes.