Ya he cumplido una semana en los USA y antes de seguir mi recorrido por la ciudad de San Francisco me gustaría apuntar algunas cosas sobre lo que estoy viendo de los americanos. Obviamente con una semana no puedo hacer una tesis doctoral sobre el tema pero algunas cosas me han dejado sorprendido.
En muchos sitios he visto puestos en los que se reparten planos, guías o folletos de interés para los turistas y para los que no lo son. Estos materiales están expuestos de tal manera que podrías llevarte uno fácilmente pero hay un indicativo que te metas un dólar por la ranura para hacerte con él. Nada te impide irte con el sin pagar el dólar, pero todo el mundo lo pone. Me parece super civilizado, de verdad. Tendrán mil cosas como sociedad a las que se puede criticar pero también hay que ver las cosas buenas que tienen.
Pese al coste que tienen, tampoco son baratos de mantener aquí, todo el mundo va con un Smartphone. No existen teléfonos como los que son mayoría en España. He visto tantas Blackberrys e Iphones que pensaba que los regalaban con un McMenú.
Y otra cosa es que me he dado cuenta es que en Europa hemos aprendido de los USA a hacer de la información un espectáculo. Las noticias son estiradas hasta la saciedad y a todo titular sabroso se le añade un logo como si estuviéramos viendo una película de acción. La mezquita de la zona zero, el presunto islamismo de Obama o un informe sobre los huracanes se tratan en la tele, los periódicos son más serios, como si fueran un show, a veces, interminable. ¿no nos empieza a pasar lo mismo a nosotros?
Para acabar con este mini-análisis y aguar la fiesta a los agoreros que dicen que la prohibición de fumar acabará con el ocio en nuestro país diré que es un gustazo salir por ahí y no volver a casa lleno de olor a tabaco. Por cierto, los sitios no están por ello desiertos ni faltos de público.
En general, en una semana, tengo una opinión más positiva de esta sociedad de la que tenía, pero supongo que debería conocer todo el país para tener una correcta percepción de un país que sólo por su situación geográfica y extensión territorial ya es un privilegiado.
Y ahora volvemos a…
La diferencia horaria con España, 9 horas, me provoca cierto estress, no lo voy a negar, a la hora de publicar este diario de viaje y como ayer no me dio tiempo a comentar nada, hoy domingo (muchos lo leeréis el lunes) os cuento como han sido mis últimos dos días en San Francisco, ciudad de la que me voy en unas horas con mucha pena.
Después de todo lo que vimos los primeros días, tocaba conocer el Civic Center donde se encuentran varios edificios oficiales y un espectacular Ayuntamiento. En este edificio, cuya entrada es gratuita, reconozco muchas de las escenas de la película sobre Harvey Milk, activista homosexual, del que hay expuesto un busto. Milk y el alcalde Moscone fueron asesinados allí el 28 de noviembre de 1978 por un ex miembro del ayuntamiento llamado Dan White. El papel de Milk le valió un Oscar a Sean Penn y resulta muy emocionante visitar el recinto donde sucedió este hecho.
Ayuntamiento
Busto de Harvey Milk
Interior del Ayuntamiento
Impresionante edificio que llama la atención por sus espacios abiertos y su gran cúpula central. Dentro de los edificios que conforman este complejo se encuentran el Museo de Asia y el War Memorial Opera House.
Ópera
Castro es otra de las visitas típicas de la ciudad. Allí es donde se formo el movimiento que impulso a Milk al ayuntamiento y es seguramente el epicentro de activismo gay a nivel mundial. El cruce de las calles Castro y Market se corona con una enorme bandera multicolor, la más grande de las cientos que se pueden ver por la zona. El edificio más famoso es el Cine Castro cuyo programa de reposición de clásicos y películas de serie B me dejó encantado. De hecho me he traído la programación del mes para quedármela tipo póster. Nos gustó tanto la zona que pensamos en volver por la noche…y volvimos.
Market esquina Castro
Local de Harvey Milk en la zona
Cine Teatro Castro
Vista de Castro.
Pero antes conocimos el edificio más antiguo de la ciudad, Misión Dolores, que se construyó en 1791 y es, como dice la guía que me acompaña, la encarnación de las raíces hispánicas de la ciudad. Raíces que se dejan ver por todos lados y sobre todo, por el nombre de las calles de la ciudad.
Mission
Volver al hotel, visitar las tiendas de Union Square un poco y vuelta a Castro para cenar. La zona no defrauda y está llena de gente un viernes por la noche, resulta muy viva y da gusto estar allí. Muchos restaurantes y bares que animan al personal desde horas muy tempranas para nosotros.
Me gustaría recordar el nombre del local en el que me metí a las 9 de la noche. Sonaban, y se veían vídeos, Kesha, Madonna, Britney, Lady Gaga, La Roux, M.I.A, Michael Jackson, Prince, Justin Timberlake…al rato de doy cuenta que me parece fantástica la música y pienso…¡qué bien, aquí no hay Bisbal! ¡ni Mecano! ¡ni El Canto del Loco!…vamos que lo pase genial disfrutando de una música que en España sólo puedo escuchar en un par de locales. Conclusión: El Castro mola mucho de día pero de noche es la bomba.
El útimo día visita a Fisherman Wharf y la zona de la bahía para ver si finalmente el Golden Gate se dejaba ver. Siendo sábado la zona estaba hasta arriba. Montones de familias se acercan a esa zona lúdica para comer y pasar el día. Es una ciudad fresca y con viento por lo que se pueden ver muchas cometas y, en el mar, muchos surfistas.
De camino, como siempre, andando hacia el puente nos topamos con un curioso parque y con una edificación que recuerda a templos europeos del renacimiento. Se trata de los restos de los pabellones de una exposición universal que aconteció después del terremoto de 1906. El lugar resulta bastante idílico y es aprovechado por los recién casados para hacerse fotos.
Y finalmente lo conseguimos. El día que empezó horrible se transformó en una soleada tarde que nos permitió cruzar y contemplar la joya de la ciudad en toda su amplitud. El puente más famoso del mundo hace honor a su nombre desde cualquier perspectiva, pero es recomendable cruzar a Sausalito para obtener las vistas más espectaculares.
Con el objetivo cumplido, y un montón de fotos que podéis ver, me despido de una ciudad en la que no dudaría ni un minuto quedarme a vivir si pudiera. Alucinante pese a su clima. Espero tener facilidades similares en mi próximo destino para poder actualizar el blog. Saludos a todos.