El 25 de marzo de 1988 se produjo uno de los hitos del cine español, el estreno de Mujeres al borde de un ataque de nervios, la séptima película del director manchego Pedro Almodóvar. El día de su estreno y en declaraciones que recogió por entonces El País, el director y guionista confesó que después de la intensidad dramática que le había supuesto la dirección de La Ley del Deseo, el cuerpo le había pedido realizar una comedia que aportara positividad. Vaya si lo logró.
En palabras del propio Almodóvar:
“En 1987, cuando escribí el guion, Madrid era una fiesta. Hacía una década que la democracia había llegado a nuestro país y había explotado la parte más lúdica y hedonista del carácter español. Tuve suerte de ser joven en esa época. Mis películas de los años ochenta reflejan aquel estallido de libertad, que lo iluminaba todo”
Son varios los motivos por los que merecen celebrarse estos 30 años, yo os propongo 5, pero seguro que hay muchos más.
Las chicas Almodóvar.
El director que mejor ha tratado a la mujer en nuestro cine, reunió un reparto de campanillas para su séptimo largo. Carmen Maura, María Barranco, Julieta Serrano, Kiti Manver, Rossy de Palma, Loles León, Chus Lampreave…son las mujeres que en mayor o menor medida, protagonizan una historia en la que los hombres de la función, Antonio Banderas, Fernando Guillen, Guillermo Montesinos, Ángel de Andrés López, tienen un protagonismo destacado pero siempre al servicio de las féminas.
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Títulos de crédito. Juan Gatti. Intérpretes. |
Con Mujeres… Almodóvar creó un star system propio, al que 30 años después aquellos actores y actrices aún pertenecen.
«Gracias a ella, y a todas las que estuvieron encerradas ese mes y pico en los estudios barajas, puedo decir que soy una chica Almodóvar. Y esa huella no te abandona nunca en el camino» María Barranco para Vogue España
La Alta Comedia (Casi) perfecta.
Basada libremente en La Voz Humana (Jean Cocteau, 1930), la película es un melodrama contado en clave de humor gracias a situaciones cómicas que rayan, a veces, el surrealismo. Iván (Fernando Guillen) abandona a Pepa (Carmen Maura) pero ella necesita un último encuentro con él para terminar definitivamente la relación. Decidida a conseguir contactar con él, lo perseguirá por todo Madrid mientras descubre cosas de su pasado con Lucía (esplendida Julieta Serrano pasada de vueltas) y la relación con su hijo (Antonio Banderas).
90 minutos de una película al que no le sobra uno, como momentos hilarantes y situaciones llevadas al extremo que nos invitan a reírnos de nosotros mismos al ver como afrontamos algunos de nuestros problemas. Como en la Alta Comedia de Mujeres de G.Cukor (1939) o Lo que piensan las mujeres de E. Lubitsch (1941), ellas aparecen fabulosas pese a que la situación las desborde.
Un producto Almodovariano 100%.
Suena Soy infeliz de Lola Beltran mientras se suceden las imágenes que para los créditos iniciales creó el diseñador Juan Gatti. Una serie de composiciones elegantes y muy kitsh que dan cuenta de lo que vendrá a continuación. Colores chillones pero perfectamente combinados en un ático, como bien dice el personaje de Rossy de Palma, “no es una casa” pero es un sitio donde mataría por vivir cualquier madrileño de aquella época (y de esta, también). Un sitio con estilo y decorado con buen gusto a lo que pone contrapunto una pequeña granja con gallinas, algo ajeno a cualquier tipo de glamour. Ese contraste, que se ve en todas las películas de Almodóvar, es uno de los puntos más característicos de su estilo.
La música de Bernado Bonezzi es el complemento ideal de la historia, la secuencia en que Pepa se sube al mambo taxi de Guillermo Montesinos no podría haber sido nunca igual sin la música que la acompaña. La Lupe cantando Puro Teatro, tema que se convirtió en popular en algunos círculos gracias a la película, cierra la función.
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Títulos de crédito. Juan Gatti. Música |
Y tuvimos que esperar para oír eso de Pedrooooooooooo!
Fue, hasta ese momento, el mayor éxito en la carrera del director y se convirtió en una de las películas más taquilleras del cine Español en los años 80. Las mujeres de Almodóvar brillaron con luz propia en un Hollywood que recibió al manchego con los brazos abiertos. Yo, que la vi por primera vez con 15 años gracias al VHS un año después de su estreno, le debo a la película mi primera noche en vela, de las muchas que han venido después, viendo los Oscars y esperando un premio que no llegó.
Cuando en abril de 1989 y en la 61ª gala de los premios de la academia, Candice Bergen (la inolvidable Murphy Brown), Jaqueline Bisset y Jack Valenti abrieron el sobre y dieron el Oscar a Pelle el conquistador, la apuesta danesa, el sueño de conseguir el que sería nuestro segundo Oscar a la mejor película de habla no inglesa se esfumó. No conozco la influencia que tuvo Pelle el conquistador en la cinematografía danesa pero es palpable lo que significó la de Pedro en nuestro cine y sobre todo, en el peso del mismo en el mercado internacional.
Madrid al borde de un ataque de Nervios.
El explosivo Madrid de finales de los 80 es el escenario donde se desarrolla la película. Los exteriores en la calle Almagro, el imposible ático de Moltalban 7 con vistas a los primeros edificios de la Gran Via o la desesperación de Pepa cruzando O’Donnel con el piruli al fondo dan a Madrid un protagonismo crucial en la película.
Juan Barranco había cogido el testigo del Enrique Tierno Galvan y era el alcalde por entonces de la capital de España. La famosa movida Madrileña estaba llegando a su fin y los artistas que se habían formado en ella, en cine Almodóvar fue todo un referente, se consolidaban de cara a la nueva década que estaba a punto de comenzar. La alegría de los años 80, la fiesta en la que se convirtió Madrid en aquella época y de la que yo fui un testigo muy accidental, se apagó en los 90.
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Títulos de crédito. Juan Gatti. Guión y dirección. |
Hoy la capital vive una especie renacer, las cosas han cambiado y quizás somos un poco menos libres pero aun así es un lugar ideal para vivir, aunque los que nos movemos por ella vivamos constantemente al borde de un ataque de nervios.
Este post hubiese sido imposible sin volver a ver la película, sin el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir, sin la caja del 20 aniversario del estreno de la película que contiene todas las imágenes que he colgado y sin el numero de abril de la revista Vogue (que también cumple 30 años) he incluye un reencuentro de las protagonistas.
Gracias por leerme