Hubo un tiempo que el cantante y productor (y unas cuantas cosas más) Guille Mostaza tenía un blog llamado no paro en casa, título con el que podría haber encabezado esta entrada sin menor problema. Un fin de semana en el WiZink Center también hubiese valido pero he escogido uno largo y almodovariano porque este fin de semana pasado merece pompa y circunstancia (que me perdone Elgar).
CAMELA
El viernes 12 de abril, María Ángeles Muñoz Dueñas y Dionisio Martín Lobato cumplieron su sueño de tocar en el Palacio de los Deportes (WiZink Center) para celebrar los 25 años que llevan haciendo carrera siendo Camela y yo, con otras 8.000 personas, estuve allí para hacerlo con ellos.

Son, probablemente, el grupo de éxito peor tratado del panorama musical. Cuando comenté que iba a ir a este concierto las reacciones fueron, más o menos, estas: “has perdido credibilidad”, “no tienes criterio”, “no me puedo creer que vayáis a ver a esa…” “¿En serio?» No escondo, como no lo he hecho nunca, las ganas que tenía de verlos en directo por la curiosidad que me suscitaban y porque siempre me han parecido muy divertidos, así que cuando me enteré de que celebrarían un concierto de grandes éxitos, los más digeribles cuando quieres ver por primera vez a un grupo cuya carrera no sigues, la ocasión la pintaban calva.
No tenía ni un disco del grupo y las canciones que conozco, salvo una que considero un hit galáctico, las he oído en ferias, radios o fiestas. Ahora son más valorados, se le ve como algo moderno y es cool decir que te gusta Camela, pero no siempre ha sido así. Mucha es la gente que siempre ha críticado su tecno-rumba y otra tanta es la que se ha avergonzado en público aún gustándole su música.Yo quiero romper una lanza por gente como Celia, una de mis mejores amigas que siempre, siempre, siempre, (y contra viento y marea) los ha defendido. Olé por ella.
Con una puntualidad inglesa, los Camela salieron al escenario visiblemente nerviosos, como confesaron tras cantar la primera canción. Escúchame, compréndelo, es imposible nuestro amor porque entregué mi corazón a la mujer a la mujer que quiero yo de Sueños inalcanzables es uno de sus estribillos más reconocibles y con ella arrancó un concierto que definiría como entrañable.
Haciendo referencia a su recién publicado disco de grandes éxitos llamado Rebobinando en el que repasan 25 años de carrera, desplegaron durante 2 horas toda su colección de canciones para disfrute de un público absolutamente entregado. En el disco colaboran diversos cantantes que por motivos de agenda no se sumaron a la celebración, pero a los que podíamos ver en pantalla. Alaska, David Bisbal, Taburete, Pitingo, Carlos Baute, Javiera Mena y hasta los Medina Azhara se paseaban virtualmente mientras sonaban hits como Nunca debí enamorarme, Por siempre tu y yo, Háblale de mi o Lágrimas de amor. Quienes si estuvieron fueron Demarco Flamenco, María Toledo y uno de los invitados más importantes en la vida del grupo, el hijo de Dioni, sobrino de Ángeles y compositor de varios de sus temas, Rubén Martín.
Se metieron a todo el mundo en el bolsillo. Visiblemente emocionados por tocar, por fin, en este recinto, no dejaron de agradecer la oportunidad que todos sus seguidores les habían dado de mantenerse durante 25 años contra todo pronóstico. Pocas cosas me han parecido más auténticas que este concierto. No hay trampa ni cartón, ellos se muestran tal y como son, sin filtros. Son inclasificables, incatalogables (si eso existe) e increíblemente divertidos. Llenaron un WiZink convenientemente acotado (no había graderío lateral) que se rindió desde el minuto uno a la sinceridad, franqueza y buen hacer del dúo.
Y llegó el hit. Llegó Cuando zarpa el amor, su canción más celebrada, esa que lo rompe en cualquier fiesta y los cimientos del Wizink temblaron. ¡Así se acaba un concierto! Espero que sigan otros 25 años. Aunque su música no es mi favorita, ya tenían mi respeto, ahora se han ganado mi cariño.
FANGORIA

Carambolas del destino, uno de los más acérrimos defensores de Camela, Fangoria, tocó justo el día siguiente en el mismo lugar y colgando, también, el cartel de todo vendido. Aunque conviene aclarar que el lleno no era total, pues parte del WiZink estaba, como el día anterior, convenientemente “cegado”. Ya he perdido la cuenta de los conciertos a los que he ido del grupo en todo tipo de recintos, soy fan irredento e intento no perderme ni uno. Este era algo especial pues era el primero tras el lanzamiento de Extrapolaciones y dos preguntas, su último trabajo y con el que celebran 30 años como grupo, además de ser uno de los dos donde éste se tocaría íntegro.
Ms Nina, King Jedet y las Nancys Rubias actuaron de teloneros. Sobre la primera, poco afinada, y el segundo, poco que decir. Había oído su hit Reinas, pero poco más sabía de ellos. Las Nancys Rubias se arrancaron con una versión de Eloise de Tino Casal, divertidísima, y además de varios de sus éxitos tocaron también el Call Me de Blondie. Los esfuerzos de Vaquerizo de mantener este grupo chocan con el hecho de que al público en general, el que no es de Fangoria, pase de ellos. A mí siempre me han divertido pero una pareja detrás de mi soltó un ¡Por fin, la única canción que tienen! cuando sonó Me da igual, me encanta, y eso es triste para un grupo que tiene 5 discos, un EP y hasta un disco recopilatorio. No serán lo mejor de lo mejor, pero hay cosas mucho peores y menos honestas que ellos, que nunca han negado que sean un grupo de playback. Mario Vaquerizo tiene un arrastre que no consigue tener el grupo que lidera, una pena. Su último sencillo, una versión del Decídete de Luis Miguel, ha pasado tan desapercibido que nadie lo echó en falta.
Y pasadas las 21.30 llegaron las estrellas de la noche. Como sabéis, soy poco de sacar fotos en lo conciertos, prefiero disfrutarlos en vivo que verlos a través de la pantalla de mi teléfono. Usé mi aparato para ir apuntando las canciones que iban sonando, que en el caso de Fangoria me conozco de memoria.
Primera parte
Espectacular -Miscelánea de canciones para robótica avanzada
La Banda Sonora De Una Parte De Mi Vida – Extrapolaciones y dos preguntas.
Dame Estrellas O Limones – Extrapolaciones y dos preguntas.
Cómo pudiste hacerme esto a mí / Qué sería de mi sin ti – Deseo carnal (Dinarama) / Extrapolaciones y dos preguntas.
Voilà– Extrapolaciones y dos preguntas.
Fiesta en el infierno – Canciones para robot románticos.
Gritando amor– Extrapolaciones y dos preguntas
Santos Que Yo Te Pinte – Extrapolaciones y dos preguntas.
¿Quién Te Has Creído Que Soy? – Extrapolaciones y dos preguntas. Historias de amor / Descongélate – Extrapolaciones y dos preguntas/Fan Fatal (Dinarama)
Las intenciones del concierto quedan confirmadas y son claras: es una celebración de su nuevo trabajo. ¿Lo mejor? El arranque con Espectacular, Dame Estrellas o limones de Family o cantar juntas Cómo pudiste hacerme esto a mi y qué sería de mi sin ti, muy complementarias y bien mezcladas. Gritando Amor es de las más celebradas mientras que la versión de los Planetas, Santos que yo te pinte dejó al público algo frio. Un buen punto ese medley OBK /Dinarama que cierra esta primera parte.
Segunda parte
Iluminados – Canciones para robot románticos
Metaluna – Extrapolaciones y dos preguntas
Llorando Por Ti– Extrapolaciones y dos preguntas
Sólo Para Ti– Extrapolaciones y dos preguntas
Geometría polisentimental – Canciones para robot románticos
Diferentes – Extrapolaciones y dos preguntas
Coches De Choque– Extrapolaciones y dos preguntas
No sé qué me das-Naturaleza muerta
Tormenta En La Mañana De La Vida– Extrapolaciones y dos preguntas
¿De qué me culpas? Feat King Jedet y Ms Nina – Extrapolaciones y dos preguntas
Dramas y comedias-Cuatricromía
Varias cosas llaman la atención hasta este punto. O se van muy atrás, Dinarama, o se vienen muy al presente, a sus dos últimos discos. Salvo por el solitario No sé qué me das, ni una mención a discos tan celebrados como Temporada en el Infierno, Arquitectura efímera, El Extraño viaje o Absolutamente. Agradecimientos a John Klein y otros productores al acabar las canciones, pero ni una mención, curioso, a Guille Milkyway al que deben éxitos tan incontestables como Dramas y Comedias o Fiesta en el Infierno y siendo, además, el productor más presente en el set list de este concierto.
Cierre
En mi prisión – Salto Mortal
Ni tú ni nadie / A quién le importa– Deseo Carnal / No es pecado (Dinarama)
Huracán mexicano
La nota nostálgica, a la que son tan poco dados, la pone el final de concierto con una concesión a aquellos que quieren “oír las canciones de siempre”. Celebro En mi prisión, su primera canción, pero Ni tu ni nadie y A quién le importa son canciones que ya tengo muy superadas aunque entiendo en entusiasmo que provocan. Bochinche y diversión, con las Nancys encima de escenario para acabar con la astracanada Huracán Mexicano.
Hay cosas que no he llegado a entender o que no me han gustado directamente (ese cuerpo de baile) pero lo he disfrutado muchísimo. Salí afónico de cantar, aunque no todas las canciones del nuevo disco, un trabajo muy especial, funcionan igual de bien en directo. Decirlo no me convierte en un hater, no por gustarme un grupo puedo defender todo lo que hacen. Al salir había mucha gente entusiasmada y también algún despistado con bastante mala uva al que tuvimos que aclarar que ya habían avisado como sería este concierto, y que te podrá gusta o no, pero no habían engañado a nadie.
Si Fangoria pasan, pese a pequeños fallos, con nota el concierto, a la organización le pondría un cero. El Golden ring, a 66 euros la entrada, estaba al límite de su capacidad, tan al limite que a mitad del concierto temimos chocarnos con las vallas que lo delimitaban con el resto de la pista. Nunca más.
¿Qué puedo decir? Que los espero otros 30 años más y que dentro de pocos meses volveré a pasármelo genial con ellos.
VIVA! POP

Para acabar estos dos días de conciertos a lo grande nos esperaba una fiesta en otro gran recinto de Madrid, La Riviera, donde se celebraba un nuevo VIVA! POP. Los rostros habituales del Ultrapop se trasladaron una vez más al margen del rio Manzanares y allí ofrecieron muchas horas de diversión y sorpresas. Los cabezas de cartel eran el combo DJ formado por los actores Ánibal Gomez y Carlos Areces (Ojete Calor) y otro de los reclamos era la presentación del nuevo sencillo de La Prohibida, Ruido, compuesto nuevamente por Victor Algora.
El arranque de la fiesta lo hizo Paco Llamas, que calentó el ambiente hasta que llegaron los siempre geniales Pepino y Crawford, para mi el verdadero reclamo de la noche, una apuesta segura a la hora de pasarlo bien. Son muy eclécticos pinchando y sus referencias culturales son asombrosas pese a su juventud. Entraron con la sintonía de Acompáñame del programa de televisión Sorpresa Sorpresa, que se emitía cuando alguno de los asistentes a la fiesta del sábado ni siquiera había nacido, y continuaron con una mezcla fantástica de música de siempre. Tienen una pericia especial para mezclar canciones y no dejan hueco libre. Sé que tengo edad para dejar de ir a discotecas, pero estaría yendo todos los fines de semana a oírlos (y verlos) pinchar. Si tenéis alguna vez la oportunidad, en algún evento, no os los perdáis. Un diez. ¿La sorpresa? Seguirlos en Spotify y descubrir, que como yo, uno de ellos es seguidor de música clásica.
En un interludio, Kristal Forever nos trajo a Cher directa de las Vegas (O de la entrega de los Oscars de 1988) para interpretar Dov¡e l’amore y Strong Enough, dos megahits de la diva y después llegaron los Ojete Calor.
Nunca he conseguido una entrada para sus conciertos, se agotan en horas, pero con verlos pinchar me he quitado una espinita puesto que además de una selección muy cañí, ¡se pinchan así mismos! Pudimos oír y saltar con Viejoven, Tonta gilipó, Qué bien tan mal o la que ya he propuesto como canción del verano 2019, Mocatriz (modelo, cantante y actriz). Empezar con Como una ola de la Jurado e incluir a las Grecas o a Melody y su baile del gorila pasadas las 4 de la mañana es toda una declaración de principios.
Tan bien lo pase que hasta he preparado una lista de spotify con algunas de las canciones que sonaron durante las 3 horas que estuve por allí. Se vienen días con tiempo libre, así que podéis difrutarla para pasarlo bien con amigos o dando saltos solitos en casa.
Uno tiene 45 años y conoce sus limitaciones. A las 4.30 de la mañana, después de dos días de conciertos, no estaba para muchas alegrías así que cuando acabaron los Ojete, se acabó mi noche fantástica. Ya, ya sé que no tengo edad pero que le voy a hacer. Me veo como Disco Sally, aunque espero acabar mejor.
Feliz semana a todos (a los que se toman vacaciones y a los que no)