avenue_q_london_by_ash_reed
Para los Babyboomers de 2ª generación, los que nacimos entre finales de los 60 y principios de los 70, y sobre todo para la catalogada Generación X (1970-1981), la televisión es un referente mucho más claro que para los nacidos en cualquier otra época. Ya hablé en cierta ocasión sobre la generación catódica argumentando que mientras que la inmediatamente anterior no tenía acceso tan directo a la mal llamada caja tonta, la inmediatamente posterior usó el aparato en beneficio de la consola de videojuegos.

Un amigo le comentaba, no sin cierta sorna, a un «niño bien» algo así.…”claro, tú te criarías en tu cortijo con tus nannys, pero a la prole que crecimos en los 80 (en eso me miró a mi) crecimos a base de tele”. La cita no es literal y, además, suena algo exagerada si la sacas de contexto pero si estoy de acuerdo en que la tele nos ayudó mucho a ser como somos y que para nada creo que sea un invento tan demoníaco como nos lo quieren mostrar muchas veces.

Sesame Street, Barrio Sésamo en España, nació unos meses antes de la década de los 70 y qué duda cabe que convirtiéndose, y fue pionero, en un programa destinado a niños de preescolar haya sido referencia de toda una generación. A ver… ¿Cuántos de los que me leen pueden continuar está canción?

Es una llama, pues llama se llama y vamos….

A todos ellos, y en general a todo el que se quiera divertir, está dirigido el musical Avenue Q que se acaba de estrenar, hoy mismo, en Madrid, en el Nuevo Apolo (Plaza Tirso de Molina 1)

El musical, que no es para menores de 12 años, viene a contar como han crecido los personajes que conocimos de niños y a los problemas que se han de enfrentar cuando se ha perdido la inocencia. La homosexualidad, el racismo, el interés desmesurado por el dinero, el paro, la soledad…son temas que se abordan con humor salvaje, algo de incorrección política y mucho talento durante las poco más de dos horas que dura la obra. Si nos alejamos del típico “caca, culo, pedo, pis” vemos una crítica bastante severa a la sociedad que los propios espectadores de aquel inocente programa hemos creado.

El proyecto, con libreto de Jeff Whitty y música y letra de Jeff Marx y Robert López, fue en su momento llevado al creador de los Teleñecos, Jim Hensom, que lo rechazó pero la inspiración que ha supuesto Barrio Sésamo es clarísima. El escenario, la música, algunas proyecciones (memorable la de “contar”) y varios personajes son directamente relacionados con aquel programa infantil. Nicky y Rod (Epi y Blas) profundizan en una relación que ha sido comentada cientos de veces y Trekkie no consume galletas de manera compulsiva, sino porno. Otros personajes de peluche son Princenton, el licenciado sin futuro, Kate, la profesora frustrada, Lucy, la guarra y un par de osos con muy mala baba, pero también hay personajes de carne y hueso.

Como en el programa original, los peluches interactúan con otros vecinos de la calle que son “humanos”. Un humorista fracasado, una japonesa terapeuta y uno de los más grandes aciertos de la obra, un ex niño prodigio llamado Gary Coleman (Estupenda Mayka Sitte). Protagonista de una famosa serie de televisión llamada Arnold (Diff’rent Strokes), Coleman nació con un problema que detuvo su crecimiento y arrastró su salud durante toda su vida hasta su muerte, a los 42 años, en mayo de este año. Su escasa estatura, su simpatía y desparpajo lo convirtieron en un personaje famosísimo con quién se cumple el perfecto A-B-C de la ascensión-caída de un niño prodigio. Su caída, tras la cancelación de la serie, fue en picado e incluso demandó a sus padres por el uso que habían hecho de la fortuna que el había conseguido con su trabajo. El bueno de Gary, interpretándose “a sí mismo” es el jefe de mantenimiento del lugar y un símbolo de lo que supone la fama como elemento de consumo de usar y tirar.

Las canciones son simpáticas, pegadizas y mordaces, y el trabajo de los actores es alucinante. Ángel Padilla, Leo Rivera, Isabel Maldavia, Pablo Muñoz, Thais Curia o la mencionada Mayka , no sólo cantan y bailan sino que mueven con mucha maestría a los verdaderos protagonistas de la función. En 2004 ganó 3 Tonys (premios de la escena en USA) incluido el del mejor musical y su éxito en todo el mundo ha sido apabullante. El grupo Manuel Antelo firma una adaptación (no he visto el original) muy digna, dirigida por David Ottone (Yllana) y que seguro que atraerá a cientos de espectadores. El espectáculo lo merece.

Yo que fui un niño Barrio Sésamo…soy un treintañero Avenue Q.

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